Páginas de un adolescente

Memorias del tiempo

Él caminaba arrastrando sus pasos de un lado al otro de la calle.
Su aspecto daba clara impresión
que se trataba de una persona con problemas mentales,
y así lo hizo saber el grupo de hombres que jugaban al dominó en la esquina.

La niña de la mujer que atiende el salón al ver al denominado «loco»
se sobresaltó y corrió asustada a los brazos de su madre.
Todos ignoraban aquel hombre.
Su paso lento y figura desgastada
habían acabado con quien era hace algunos años,
nadie lo recuerda, él lo había olvidado.

Un pedazo de espejo roto
al lado del zafacón que le suministraba alimento
fue quien hizo recordar
que yo soy el loco del zafacón.

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